Transitar y transformar mientras se comparte

Béla Tarr y Claudia Llosa, cineastas que han visitado la Residència el mes de enero

Béla Tarr y Claudia Llosa durante las sesiones de la Residència.

Hemos empezado el primer mes del año con la visita de uno de los cineastas europeos con más impronta. Ha sido un lujo poder hacer un encuentro con residentes y Béla Tarr (Hungría, 1955), responsable de títulos como El caballo de Turín, Satantango o Las armonías de Werckmeister.

El reconocido cineasta compartió su visión del cine y explicó su proceso creativo con sus películas. Como en el momento de la escritura para él el esqueleto y la pieza esencial que le permite construir son papelitos donde anota las localizaciones y unas pocas palabras que identifican cada escena. Con esto construye su mapa de la película, y como él dice, no necesita más. Durante el rodaje deja que las cosas fluyan y los actores y actrices puedan jugar y por tanto cambiar lo que sea necesario. Busca personas para que puedan hacer sus películas, no actores, busca lo humano en las personas, que sientan, que sean libres y auténticas.

Explicó cómo cada película le ha nacido de un sitio diferente y cómo ha sentido que tiene la película de manera inexplicable, sencillamente un día lo supo.

Resultó muy curioso escuchar las múltiples anécdotas que contaba a lo largo de su trayectoria. Curioso e inspirador.

Este encuentro con Béla Tarr fue precedido de los pases de sus películas en la Filmoteca de Catalunya, donde entró más detalladamente en el proceso de cada una de ellas en los coloquios posteriores. Todo esto, enmarcado en el ciclo que se le dedicó a Barcelona gracias a la colaboración de varias entidades: Filmoteca de Cataluña, Zumzeig, Filmin, ECIB y la Residència de guions de la Acadèmia del Cinema Català. Y con la inestimable colaboración de Manel Raga (La Foradada Films) quien impulsó la visita de Tarr a Barcelona y encendió la chispa de la colaboración.

En enero siguió con dos días de intensas sesiones con Claudia Llosa, cineasta peruana residente en Barcelona. Con Llosa, los proyectos residentes tuvieron dos días de feedback muy centrado en la pregunta que mantiene la tensión de las películas. Tensión entendida como atención, como lo que hace que el espectador/a esté presente e interesado/a durante todo el rato, y cómo resolverla de diferentes maneras para sostenerla. Llosa fue muy generosa compartiendo su manera de trabajar y las claves que le sirven en el momento de la creación de la historia, para conseguir que ésta funcione y avance hacia dónde queremos, e intentando que sea de la manera menos obvia. Esta pregunta debe responderse, idealmente de la manera más interesante y menos obvia, y teniendo muy presente la transformación del espectador/a durante toda la película.

Con estas premisas Llosa trabajó proyecto por proyecto con las residentes, creando un espacio de juego y diálogo en el que las opiniones del resto eran importantes para apuntar lo que no se entendía. Lo importante que es compartir la historia con el resto para poder detectar lo que no está claro, lo que crea debate o lo que resalta por encima de otras cosas. Ha sido un mes de poner en práctica el compartir y tener muy presente la transformación, la que debemos pretender en terceras personas que son espectadoras de nuestras historias y la propia, la que debe transitarse durante el proceso de creación.

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