Buscamos la tensión de las historias. “Cualquier forma de arte es infinita”

Jaime Rosales, Claudia Llosa, Eneko Muruzabal, entre  los profesionales que han visitado la Residència este mes de enero.

Jaime Rosales, Claudia Llosa y Eneko Muruzabal

Hemos arrancado el año después de fiestas, habiendo asimilado ya dos meses completos de Residencia y con los proyectos en proceso de maduración. Los residentes han estado haciendo sesiones de feedback con sus tutores y tutoras y muchos de ellos han reescrito, pero sobre todo han iniciado un camino de enfocarse en sus historias y detectar aquello que se tiene que reforzar.

Jaime Rosales, reconocido cineasta español (Girasoles Silvestres, Petra, Soledad), vino a compartir su visión del cine con nuestras/os guionistas. Fue una clase magistral inspiradora donde pudimos conocer en primera persona cual es la visión que este cineasta tiene del cine desde la madurez como creador, como lo enfoca y como desarrolla sus historias y como es su método basado en la experiencia

Según Rosales, una película es una constante tensión entre arte e industria. Por un lado, el guionista y/o cineasta se tiene que centrar en la búsqueda de la originalidad en cada película sin descuidar que hay cosas a seguir y respetar como industria. Una obra tiene que ser algo que perdure en el tiempo, que aspire a aquello sublime y que sea innovadora, pero al mismo tiempo es un producto, y como tal tiene que satisfacer una necesidad simbólica objeto de la economía y el mercado. Rosales habló también de las diferentes fases de la creación -ideación-fabricación-comercio- y de sus dimensiones, poniendo énfasis en la idea que el guion es una herramienta básica del plan de financiación, así como de la importancia de devolver algo al espectador, ser honesto, dejar claro y ser eficaz.

Este mes de enero los residentes también han recibido la visita de Claudia Llosa, cineasta responsable, entre otros, de La teta asustada, película ganadora del Oso de Oro de la Berlinale en 2009, y nominada al Oscar como mejor película extranjera (Perú) en 2010. Llosa compartió con nuestras/os guionistas su proceso creativo, remarcando el compromiso de abrirse y explicarse con el compromiso que nuestros residentes hagan lo mismo con el resto. La importancia de la transmisión y del compartir procesos es básica para enriquecerse y enriquecer nuestras cinematografías. “Cualquier forma de arte es infinita”, decía Llosa. La tensión se debe colocar en la obra y la tenemos que sacar de nuestro corazón. Hay tres claves para bajar esta tensión al guion: la incertidumbre, el dolor y el trabajo constante. Y la reciprocidad es básica, el espectador tiene que recibir algo tuyo, como autora/r de la historia.

Después de compartir su proceso, Llosa dio feedback a todos los proyectos. El objetivo de este retorno era centrarse en el planteamiento del que parte cada historia, en cuál es la pregunta clave que tiene que responder y en la manera de mantener la tensión en esta pregunta.

Su feedback fue muy generoso y dio en el clavo de muchas cosas. Sin duda las y los residentes no salieron indiferentes de su taller.

Finalmente, Eneko Muruzabal, de Bilibin, empresa vasca especializada en sostenibilidad en el cine, impartió un taller de sostenibilidad dirigido muy específicamente a orientar a los/las residentes sobre de qué manera ya en una fase tan inicial del proceso, en plena escritura del guion, pueden incidir y tener en cuenta la sostenibilidad para que el proceso de producción posterior esté más encaminado.

La primera parte de su sesión iba encaminada a mostrar como afecta el cine en el medio ambiente y su respuesta a la emergencia climàtica y al analizar el guion como primera pieza clave para llevar a cabo con éxito un plan de sostenibilidad. Se remarcaron los puntos más críticos en términos sostenibles (localizaciones, cantidad de personal técnico y artístico y escenografía, arte...), cuáles son las medidas de alto impacto (transporte, energía, alojamiento) y las medidas tangibles e intangibles.

Muruzabal favoreció así que nuestras/os residentes miraran sus películas con otras gafas, desde una perspectiva que a menudo no se tiene en cuenta. Resultó muy interesante como iban surgiendo sorpresas desde cada guionista respecto a su historia, cómo fueron conscientes de qué elementos a nivel de relato y de producción, tenían sus películas. Y sobre todo resultó muy enriquecedor el debate que se creó alrededor de la importancia de poder modificar el proceso habitual de producción para devenir un sector más sostenible.

A partir de una serie de preguntas sobre la exposición de la crisis climática y sobre las acciones o estilos de vida que afloran de cada historia, pudimos subrayar aspectos concretos en cada guion a tener en cuenta, y concluir cuan grande es el poder de las historias para cambiar mentalidades.

Además, gracias una vez más a la colaboración con la Filmoteca de Cataluña, las y los residentes fueron invitados a los pases de las películas incluidas en la retrospectiva a Pedro Costa que él mismo presentó. En febrero las y los residentes tendrán un encuentro a puerta cerrada con el cineasta donde podrán escuchar de primera mano como es su proceso creativo.

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